Kaixo! Nos gustaría empezar cuestionando qué es eso de la normalidad, ya que es una medida que trae muchos líos. La normalidad indica que seguimos una norma, pero desde luego nosotras apostamos por que cada quien escuche sus propios deseos y necesidades.

Otra cuestión a reflexionar es qué es eso del deseo. Es decir, ¿De qué hablamos cuando hablamos de deseo? Es curioso cómo cada quién lo definiría de forma distinta, lo siente en un lugar distinto, se le activa con cosas distintas… y quizás es cuestión de buscar qué cultiva mis deseos.

No podemos negar que la convivencia, la rutina, los años en pareja, lo rápido que vivimos, la crianza (en el caso de que la haya), la exigencia, la norma… pueden impactar en los encuentros y deseos. Igualmente, esto no significa que se puedan hacer pequeñas o grandes cosas para ajustarnos en estas realidades desde la satisfacción.

Cuando prestamos atención al sí, nos damos cuenta de que hay muchísimas cosas que prenden nuestros deseos, nuestras ganas, nuestros quequeres… las cuales son cambiantes y están en movimiento. Por ello, te animamos a que indagues, explores y curiosees en todas aquellas cosas que movilizan tus deseos, vuestros deseos.

En ocasiones ocurre, lo que en sexología llamamos “La metáfora del interruptor”, es decir, cuando en los encuentros eróticos nos movemos en el interruptor de ON y OFF, tendemos a darle al ON y hacer toda la secuencia (por ejemplo: unos besos, caricias y penetración), o darle al OFF y no hacer ninguna (es decir, dejar de hacer lo que me apetece por no hacer una práctica que no me apetece). Y cuantas cosas que nos apetece podemos perdernos por no utilizar un interruptor regulable, es decir, poder decir sí a lo que me apetece y no a lo que no me apetece.

Y como siempre decimos, no hay respuestas generales a situaciones particulares. Igualmente te animamos a viajar por tus deseos… Gracias/eskerrik asko por tu consulta.